En todos los años que llevo dinamizando sesiones de generación de ideas e implantando metodologías de innovación en las empresas siempre me encuentro con un tema algo delicado: ¿debemos incluir al jefe/a en esto?

En este post me gustaría compartir mi reflexión respecto al tema de si involucrar o no a la jerarquía y, en caso afirmativo, cómo hacerlo.

Para empezar, creo que es importante aclarar que todo depende del objetivo que se quiera alcanzar. No es lo mismo una sesión de trabajo creativo para, pongamos como ejemplo, dar soluciones o alternativas a un problema, que una sesión de trabajo dentro de un proyecto de innovación (incluso aunque la propia sesión sea de generación de ideas). Lo que quiero decir es que el objetivo del mismo va a marcar la diferencia, y con ello, la decisión de si “invitar” al jefe o no hacerlo.

En mi caso personal, cuando trabajo en una sesión para generar ideas sobre un tema, ni lo echo de menos ni me molesta. En este caso, una jefa, un directivo, manager, responsable, o cómo lo queramos llamar, ni aporta ni deja de aportar solamente por su cargo. Lo que busco aquí es puro talento creativo, nada más ni nada menos; y eso puede encontrarse desde el propio CEO a la persona que está detrás del mostrador de bienvenida. De hecho, suelo toparme con ello en los cargos más inesperados.

No es la jerarquía la que puede llegar a ser un estorbo, sino la persona.

En este caso, si un responsable desea participar y está motivado, podría hacerlo siempre y cuando deje su cargo por unos momentos y simplemente participe como uno más. Su talento, imaginación y capacidad para conectar las ideas de los demás son suficientes para integrarse en el equipo. Por otro lado, los demás miembros también deberán obviar su cargo durante la experiencia, ya que muchos suelen cohibirse por tener a su jefe delante de ellos y más cuando se les está animando a decir “cosas locas”. El miedo al ridículo será uno de los enemigos más difíciles a batir.

Sin embargo, en las sesiones que pertenecen a un proyecto de innovación (sea éste macro o micro), la cosa cambia bastante. En este caso sí que necesito a personas que tengan una visión y un conocimiento de la empresa amplios, los cuales suelen ser cargos de cierto nivel. La diferencia estriba en que en el primer caso no es tan necesario ese conocimiento (es más, a veces perjudica ya que buscamos mirada limpia o también llamada “de niño”) mientras que en el segundo es fundamental ya que la innovación siempre tiene que ir de la mano de la estrategia de la empresa. Y, ¿quién conoce mejor la estrategia de la empresa que el propio CEO y el equipo directivo?

Cuando comienzo las conversaciones con un nuevo cliente que quiere instalar una cultura de innovación en su empresa lo primero que le pregunto es si podré trabajar con su equipo directivo y si el CEO se va a involucrar. Si me dicen que no, o que no van a tener tiempo, pueden ir buscándose a otro. La experiencia me demuestra que no va a funcionar. Y no estamos para perder el tiempo, ¿verdad?

En esto de la innovación, cuanto más involucrados estén los responsables, mucho mejor.