Esperanza Cuenca es ingeniero industrial, y lleva muchos años centrada en llevar a cabo los cambios en los sistemas y en las personas para hacer que las cosas pasen (gestión del cambio). La he invitado a charlar conmigo porque creo que la inspiración para la creatividad surge mayormente de los eventos inesperados; así que poder compartir ideas con una líder senior de una gran institución financiera como ella es una oportunidad genial para profundizar en la materia.

 

Datos curiosos

  • Su padre es pintor y catedrático en Bellas Artes, pero a ella lo que le atrae son los procesos y las tecnologías cuánticas. No obstante siempre se fijó en los procesos creativos de su padre y los lleva integrados en su forma de pensar.

 

  • Se define como alguien con gran capacidad de aprendizaje, incluso se ve a sí misma como una nerd (no freaky, palabra que detesta). De eso doy fe, ya que junto a Pako, forman parte del Club de los alumnos excelentes que he tenido la suerte de tener.

 

  • Es una apasionada de la aviación y aeronáutica en todas sus vertientes. Es miembro de la Real Sociedad Aeronáutica, Sociedad Aeronáutica Española y Ellas Vuelan Alto. También pertenece a IVAO (Organización Internacional de Aviación virtual) y a Anyway Virtual Airlines (una línea aérea virtual líder en España), y disfruta pilotando una Beechcraft 58 en su pequeño simulador en casa.

 

  • Su paso por Harvard y el MIT la hicieron muy fan de la metodología que impera en las grandes universidades norteamericanas, en la que los perfiles híbridos son más que habituales, y le gustaría que en España estos perfiles no fueran tan escasos.

 

¡No es la inteligencia, son otras habilidades!

Esperanza no lo va a decir, pero os lo digo yo en confianza: es una chica muy, pero que muy inteligente. Cuando la conocí en una de mis formaciones sobre pensamiento creativo pude comprobarlo de primera mano, así que aprovecho para ver qué opina sobre la relación entre la inteligencia y la creatividad:

“No creo que la inteligencia sea la clave para pensar creativamente. En mi caso me aporta más mi curiosidad, ya que es la que me hace preguntarme acerca de todo lo que me rodea. Me planteo cosas como ¿por qué la economía se comporta de la manera que lo hace?, o  ¿por qué hacer este cambio y a dónde nos va a llevar? Digamos que la pregunta ¿por qué? es mi favorita.”

Como estudioso del pensamiento creativo siempre he tenido claro que cierta inteligencia es condición necesaria para la creatividad, pero no suficiente. Si eres seguidor de estas conversaciones ya sabes que aspectos como la valentía, la persistencia y, por supuesto, la curiosidad, correlacionan más que la propia inteligencia.

“El CI correlaciona mucho menos con la creatividad que la valentía. El proceso de creatividad es un proceso de riesgo.”

 Esto me recuerda a lo que dijo Peter Drucker, y es que “allí donde se ha innovado se tomó una decisión valiente”.  Y también me viene a la cabeza la analogía que Robert Stenberg hacía entre fondos de inversión y creatividad: cuanto más riesgo tenga tu idea, más te puede hacer ganar, pero también puede ser un fracaso. Sin embargo, si nuestras ideas son convencionales no causarán rechazo pero tampoco triunfaremos con ellas.”

“En general, en España cuesta entender la importancia de las quizás mal llamadas soft skills. Sabemos que es extremadamente difícil automatizarlas, y no somos capaces de hacerlo con nuestras tecnologías actuales. Curiosamente, las soft skills son las skills más hard”

Como diría mi buen amigo José Antonio, la falta de soft skills provocan hard problems. Lástima que la pandemia las haya borrado del mapa en muchas organizaciones.

 

Cómo afrontar los cambios

Me parece que fue el filósofo griego Heráclito el que dijo “nadie se baña dos veces en el mismo río, porque todo cambia en el río y en el que se baña”. Y es que es imposible que las cosas se queden quietas, ya que todo cambia todo el tiempo.

“El universo es totalmente aleatorio y nuestra capacidad de predicción es muy limitada. Generalmente, tenemos una relación con el cambio muy conflictiva. Por una parte, huimos del cambio porque en cierta forma supone un riesgo. Por otra parte, la neuroplasticidad de nuestros cerebros nos lleva a buscar cambios. En resumen, es un “we love to hate”. A nadie le gusta salir de la zona de confort ya que ahí se está muy bien, e incluso sin estarlo del todo, no deja de ser mi propia incomodidad, la incomodidad que yo he elegido.”

 Resulta muy curioso que tengamos esta relación con el cambio ya que, si lo pensamos, a mucha gente le gustaría cambiar muchas cosas de sus vidas. Pero parece que hay algo que nos estamos perdiendo…

 “Los cambios, aunque sean buenos, siempre son complicados e incómodos de gestionar.”

Recuerdo que cuando estudiaba Psicología social en la carrera nos hablaron de los estudios sobre los efectos de ganar grandes sumas de dinero en la lotería, y ya os advierto que no es oro todo lo que reluce. La mayoría de personas pierde todo lo ganado en menos de cinco años y se enfrenta a celos, envidias, depresión o crisis de ansiedad. Vamos, que casi mejor que no te toque…

Hablo con Esperanza sobre los métodos y herramientas que usa con su equipo para afrontar todos estos cambios que alteran tanto a la gente.

“Las metodologías siempre son una guía, pero no deberían convertirse en un fin en sí mismo. Al final acabamos centrándonos en las herramientas para tener cierta seguridad psicológica, ya que sólo se llega a cierta profundidad si se tiene esa seguridad. Pero lo más importante es la faceta emocional, y no se tiene en cuenta casi nunca. Apenas hay acompañamiento emocional en el proceso de cambio.”

 

 Cisnes, elefantes y medusas negras

Llevo desde 2008 investigando todo lo relacionado con los eventos inesperados para convertirlos en una oportunidad de innovación – de dónde nació mi primer libro Serendipity- y, a día de hoy, no han dejado de fascinarme las formas en las que gestionamos esos cambios. Tras todo ello me quedo con tres formatos que simbolizan diferentes tipos de eventos inesperados (he dejado una infografía en la portada de este post).

Le pregunto a Esperanza por cada uno de ellos.

“Los cisnes negros se pueden manejar. Las organizaciones entran en crisis y su creatividad aumenta. Al final todo sale porque, o lo haces tú, o lo hace la competencia.”

 “Los elefantes negros (caso Nokia, Kodak…) son más preocupantes porque tienen un componente de negación. Lo peor es que se podía haber gestionado antes y no se hace por no aceptarlo. Se toma la decisión consciente de no hacer nada. Las organizaciones que mueran no será por un cisne sino por un elefante negro. Del elefante no se habla y del cisne sí. Le tenemos miedo a lo que más podemos manejar.”

“Las medusas negras, es un we love to hate, nos encanta odiarlas. Es amor-odio. Al final nos gusta porque es nuestra medusa. El problema viene cuando tu día se llena de medusas. La gente dice “yo soy bombero, todo el día apagando fuegos”. Y eso a largo plazo no es bueno. Tiene un componente de adicción probablemente por la adrenalina que hay. También  ciertas organizaciones y sistemas en cierta forma refuerzan estos comportamientos. Por tanto, tampoco es de extrañar que haya gente que crea sus propios fuegos para poder apagarlos.”

 

El enemigo de la serendipia

Cuando entreno a un equipo para que convierta una medusa negra en una gran idea me doy cuenta de que el enemigo no es ni la falta de comprensión ni la capacidad para lograrlo, ya que la gente lo suele aprender sin problemas. Entonces, ¿por qué no se busca más la serendipia?

“Ante el cambio nos centramos más en lo que perdemos que en lo que ganamos, y no queremos asumirlo. Preferimos no perder a ganar.”

Desde hace años observo que los cambios siempre conllevan una pérdida, y como tal, necesitan pasar por un proceso similar al duelo.

“La verdad incómoda es que el proceso de cambio es un proceso de duelo, es como una ruptura amorosa, son las mismas sensaciones.”

Como he comentado por aquí alguna vez, soy un enamorado de la filosofía estoica, por eso me resulta curioso que Esperanza conecte los miedos ante lo que perdemos con algo muy estoico, la ilusión del control.

“Más allá del miedo está la libertad. Debo ser consciente de lo que depende de mí y lo que no. La mayoría de cosas no dependen de mí y no puedo controlarlas. El universo es totalmente aleatorio como demuestra la mecánica cuántica, y nuestra capacidad de predecir su comportamiento es extremadamente limitada.”

 

Libros para pensar

¿Qué libros te han influenciado en tu manera de pensar?

  • Predictably Irrational: The Hidden Forces That Shape Our Decisions. Dan Ariely.
  • The Tyranny of Merit. Michael Sandel.
  • The Brain that Changes Itself. Norman Doidge.
  • Outliers. Malcolm Gladwell